Algunos pacientes nos cuentan que creen apretar los dientes por la noche, ya que se despiertan con dolores en la cara y cabeza, y pueden sufrir molestias en la zona cervical.
En otros casos, los problemas cervicales llevan al paciente a la consulta y descubrimos que el bruxismo puede ser un factor influyente en sus dolores.
Existen dos tipos de bruxismo: el del sueño y el de la vigilia. No solo apretamos los dientes por la noche, sino que también podemos hacerlo durante el día. Este hábito puede provocar desgaste y sensibilidad dental,dolor de oídos, dolor en los músculos de la mandíbula y disfunción en la articulación temporomandibular.
El tratamiento suele ser bastante multidisciplinario.
En odontología, es importante acudir al dentista para evaluar la situación y decidir el tratamiento más adecuado, que puede incluir ortodoncia o el uso de una férula.
La fisioterapia y la osteopatía pueden ayudar a relajar los músculos con fisioterapia, técnicas manuales y osteopatía. También se pueden sugerir ejercicios para realizar en casa durante el día o antes de dormir.
Destacar la importancia de respetar los ciclos circadianos, la alimentación y la actividad física.
En psicología, algunos pacientes sufren de estrés o ansiedad diagnosticada, que también pueden empeorar el bruxismo y sus consecuencias.
A nivel médico, existen tratamientos de biofeedback y botox para bruxismos intensos que causan daño dental y no se resuelven con las otras disciplinas.
Si crees que puedes sufrir de bruxismo o deseas prevenirlo, te invitamos a visitar Onera, donde encontrarás un equipo de profesionales especializados en el cuidado integral de tu salud.
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